Luke Maye se pone a tono en el plano físico para retornar a la pista frente al Fuenlabrada

Maye busca el tono físico junto a Sergio Sánchez ‘Pinzas’. / fermín rodríguez

Covirán Granada

liga endesa

Ndoye promete mostrar mayor forma y Renfroe cree que el Covirán necesita entendimiento con los nuevos

El pívot estadounidense Luke Maye regresó de Estados Unidos, donde un médico particular estuvo evaluando la recuperación de su rodilla derecha, una vez superada la lesión –rotura parcial del tendón rotuliano– que le apartó del parqué. El norteamericano se incorporó a las sesiones del Covirán, aunque todavía lo hace en solitario. Ya los últimos días pudo tocar el balón en el Palacio de los Deportes, al manejo y bote de la pelota añadió lanzamientos, aunque todavía es pronto para que se sume a los entrenamientos del grupo. No obstante, Maye cuida su forma física.

Una vez restablecido de la dolencia en la articulación, se dedica a reforzar la zona con máquinas y pesas en el gimnasio, para volver al tono muscular habitual y proteger con un cuádriceps fuerte a la rodilla derecha, preparación que afronta en compañía del preparador físico, Sergio Sánchez ‘Pinzas’. Por eso, Maye no estará disponible para la salida a Lugo, donde juega el Covirán el sábado contra el Breogán. La idea es que sea alta con el equipo la siguiente semana y, de esa forma, pueda disponer de algunos minutos en el importante choque contra el Fuenlabrada en el Palacio.

Ndoye y Renfroe

Youssou Ndoye se disculpó por su flojo estreno, que justificó con que «apenas había dormido y estaba cansado», y prometió ponerse «en forma», aunque interrogado sobre su papel principal en la zona, contestó con desenfado que «no me metan tanta presión». Alex Renfroe, por su parte, dijo que «mejoramos para ser el mismo equipo de antes de las lesiones, pero falta entendimiento y comunicación al empezar otra vez».

De cara a Lugo, Pablo Pin les pedirá «lucha por el rebote» y que el defensivo sea «tarea colectiva», al tiempo que «energía» y un control del balón «con ritmo y agresividad pero sin pérdidas». Las 21 del Girona enojaron mucho al técnico.