
Lima arde durante la batalla campal para pedir la caída de la presidenta Boluarte
Miles de manifestantes se suman a la ‘toma de Lima’ mientras que el Gobierno se atrinchera, llama a la «calma» y dice que se mantendrá «firme»
Miles de personas han tomado las calles de la capital de Perú, Lima, para pedir la renuncia de la presidenta, Dina Boluarte, en lo que ha derivado en una batalla campal entre manifestantes y policía. Todo ello después de que en los últimos días llegaran a la ciudad decenas de caravanas de campesinos procedentes de regiones de todo el país para unirse al gran paro nacional que reclama elecciones en el país.
Mes y medio después de que estallara la crisis social en el que se encuentra inmerso Perú, estado de emergencia por 30 días desde el domingo, y un balance de fallecimientos que desde el 7 de diciembre rebasa la cifra de los 50 muertos, el paro celebraba una jornada de protestas marcada por el fuerte despliegue policial de más de 11.000 agentes de seguridad. En el desespero del Gobierno por evitar el descontrol del orden público, han acudido, incluso a las Fuerzas Armadas.
Pese a que las autoridades habían pedido calma -la propia mandataria apeló el pasado lunes a los ciudadanos a llevar a cabo la ‘Toma de Lima’ «en paz»-, se han registrado duros enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad en diversos puntos de la ciudad, con la quema de mobiliario urbano, el cierre de parte del transporte público y el lanzamiento por parte de la Policía de gases lacrimógenos en un esfuerzo por apaciguar los disturbios.
«¿Dónde estás, carajo? ¡Dina, asesina!», gritaban en la plaza de San Martín, epicentro de las protestas antigubernamentales y desde donde la marcha debía partir hacia el Congreso. Al menos diez dotaciones del Cuerpo de Bomberos de Lima acudieron a extinguir el fuego en un edificio de oficinas situado en dicha plaza, cerca del Palacio de Justicia, según ha informado la emisora RPP. Un grupo de vecinas afirmaron que el siniestro fue provocado por una bomba lacrimógena que cayó en la azotea, si bien el Gobierno lo negó más tarde.
El Ministerio de Defensa ya había lanzado una advertencia ante la posible toma de instituciones públicas y privadas, como el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima o antenas de televisión. En medio de la protesta, la presidenta Dina Boluarte dio un mensaje a la nación. Cargó contra los manifestantes y remarcó: «Unos malos ciudadanos que buscan quebrar el Estado de derecho, generar caos, desorden y tomar el poder». Aseguró que «el Gobierno está firme y su gabinete más unido que nunca». Descartó su dimisión por completo.
La Policía Nacional de Perú (PNP) ha denunciado ataques contra las fuerzas del orden así como la destrucción del patrimonio público y privado, motivo por el que habría procedido al «uso legal de la fuerza». Según el último informe, 22 agentes de Policía y 16 civiles habrían resultado heridos por enfrentamientos en las marchas de Lima así como en otros lugares del país durante esta última jornada de protestas, según ha recogido ‘La República’.
«Pese a los graves ataques que ha sufrido y sigue sufriendo nuestra Policía, no ha caído en la provocación y ha respondido a estos ataques con firmeza, profesionalismo y prudencia y lo seguirá haciendo todo estos días que vengan y que tengamos estas marchas», ha expresado el primer ministro de Perú, Alberto Otárola, en un mensaje televisado. Otárola ha asegurado que el Gobierno «está al mando de la situación y al cuidado de los derechos fundamentales de los ciudadanos».
El pulso de los manifestantes contra la presidenta mantiene a Boluarte en una encrucijada. En el Parlamento se discute la posibilidad de adelantar los comicios presidenciales a abril del 2024, una fecha que no contenta a la mayoría del país, que prefiere que se celebren este mismo año.
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