El movimiento Alerta Roja se concentra en 28 ciudades españolas para pedir un rescate cultural

El movimiento Alerta Roja se concentra en 28 ciudades españolas para pedir un rescate cultural

El movimiento Alerta Roja que agrupa a trabajadores de espectáculos y eventos pero cuenta con apoyos de hasta 50 entidades culturales se manifestó ayer en 28 ciudades del Estado para protestar por el impacto de la pandemia. Fueron en todos los casos concentraciones controladas para respetar las normas sanitarias y al mismo tiempo visibilizar el descontento del sector musical.

A finales de agosto profesionales del sector del espectáculo y los eventos de distintas ciudades de España que se habían quedado sin ingresos o habían perdido buena parte de sus emolumentos se unieron para preparar acciones de protesta. Crearon Alerta Roja y se unieron al movimiento internacional #redalert #wemakeevents, implantado ya en ocho países. El 30 de septiembre se unirán todos en el Global Day y hasta ahora las movilizaciones en Norte América y en el Reino Unido se han dado a conocer con la iluminación en rojo de fachadas e interiores de edificios vinculados al sector.

Hoy ha sido un primer ensayo de movilizaciones controladas en 28 ciudades del Estado Español. En Barcelona, a las nueve de la noche, se ha organizado una concentración estática de profesionales del sector en la avenida Maria Cristina que ha culminado, como en otras ciudades, con la lectura de un manifiesto de catorce puntos. “El objetivo es instar al Gobierno y a las Administraciones Públicas a que tomen medidas urgentes para garantizar la supervivencia del sector y a crear de forma inmediata una mesa sectorial donde se definan las necesidades de este, afectado por la estacionalidad e intermitencia de la actividad”, dicen desde el movimiento. Según Laura Singla, portavoz del movimiento Alerta Roja en Catalunya, “se trata de expresar el malestar y la preocupación del sector cultural y hacernos visibles”. En Bilbao, el Palacio Euskalduna lució durante toda la jornada el color rojo en sus pantallas informativas exteriores en apoyo al sector cultural. El Auditorio y Palacio de Congresos El Batel de Murcia ha iluminado su fachada a las nueve de la noche. En otras ciudades también se ha repetido la misma operación.

Uno de los primeros puntos del manifiesto de medidas urgentes es “la reactivación inmediata de las agendas culturales y de eventos de las administraciones públicas, bajo el estricto cumplimiento de todos los protocolos de seguridad sanitaria”. Para los trabajadores autónomos se solicita una prórroga de la prestación especial por cese de actividad y cotización escalonada según días trabajados. También solicitan la adopción de medidas legislativas para que debido al carácter estacional e intermitente de la actividad, exista un acceso a las prestaciones por cese de actividad aun cuando en el momento de la pandemia no se encontrasen de alta en la Seguridad Social o estuviesen de baja por enfermedad. Para los trabajadores por cuenta ajena se pide que no vean consumido el derecho a prestaciones durante la inactividad y que se reconozcan las actividades intermitentes para que con un número de horas mínimas se tenga acceso a prestaciones de desempleo.

El manifiesto, al que se han adherido más de 50 entidades, propone para las empresas que puedan recuperar los ERTE hasta que no sea posible trabajar con el 100% de los aforos y mantener la prestación del personal afectado en el 70% de la base reguladora. También proponen la reducción del impuesto de sociedades. Y para el conjunto del sector cultural se pide un plan de ayudas directas a autónomos y empresas que acrediten una disminución de ingresos superior al 50% ; la aplicación del IVA reducido a la industrial cultural, del espectáculo y turismo (congresos, reuniones, eventos)y la moratoria de créditos ICO.