Absuelto un menor de una supuesta violación grupal en Motril

IDEAL ha tenido acceso a la sentencia que ha dictado el Juzgado de Menores 2 de Granada, que considera acreditado que en aquella playa, aquella noche, hubo diversos actos sexuales «a los que se prestó voluntariamente» la chica. Es por ello que libra al joven que era aún menor de edad de pasar cuatro años internado en un centro. Esta medida era la que solicitaba la Fiscalía de Menores, que consideraba que los hechos integraban un posible delito de abuso sexual continuado.

Sin embargo, el juez que ha analizado el caso cree que «existen ciertas contradicciones en las manifestaciones inculpatorias de la víctima» y se inclina a que hubo consentimiento en aquellos actos sexuales. Por esa razón, dicta un fallo absolutorio para el menor implicado, por «no existir una prueba concluyente para poder formular una resolución condenatoria contra el mismo».

En el relato que recoge la sentencia, dictada el pasado 30 de marzo y que puede ser recurrida ante la Audiencia de Granada, se especifica que el menor ahora absuelto, que ha estado representado por el abogado Guillermo Padilla, de Ártico Abogados, «ha negado en todo momento que los hechos que se le atribuyen tuvieran lugar sin el consentimiento de la menor».

El juez recuerda que el testimonio de la víctimas en los delitos de naturaleza sexual es una prueba clave y «es precisamente la verosimilitud de sus declaraciones, como requisito esencial exigido para otorgar validez como prueba de cargo a su testimonio, el que se nos presenta más comprometido e introduce dudas razonables sobre la voluntariedad de las relaciones que ahora se examinan», indica.

El juez subraya que no ha alcanzado «la firme y necesaria convicción sobre la que fundar un pronunciamiento condenatorio», que exigiría «la absoluta certeza de que el menor es responsable del delito por el que viene siendo acusado», algo que no ha sucedido en este caso.

Posible embriaguez

A la hora de analizar el consentimiento, la sentencia revela que las acusaciones se refirieron a un posible estado de embriaguez de la joven «como preludio de su asentimiento a marcharse con los chicos hasta la playa». Por lo visto, la chica especificó que había tomado en las horas previas «tres copas y una cerveza».

Pero el juez concluye que la «desinhibición o incluso el aturdimiento« que pudiera presentar por esas consumiciones »no evidenciaban dificultades que le impidieran comprender lo que estaba sucediendo y haberse negado a acompañarles a una zona mas solitaria con el propósito de mantener relaciones, máxime cuando ya habían verbalizado dicho propósito«.

En este sentido, opina que «no existen datos claros» para poder hablar de una posible «coacción» en la obtención del consentimiento, «derivado del prevalimiento de una situación de superioridad manifiesta que hubiese coartado la libertad sexual de la víctima».

El fallo hace referencia expresa a «lo anómalo» que resulta el enjuiciamiento separado de menores y mayores de edad que aparecen implicados en unos mismos hechos. Sobre los dos mayores, las fuentes del caso consultadas por este diario han indicado que aún no han sido juzgados.

Pandemia

La resolución detalla que la chica se encontraba en el exterior del referido pub de Motril, al haber procedido sus responsables al cierre del establecimiento media hora antes, ya que por aquellas fechas había restricciones horarias por la pandemia de la covid-19.

Según la sentencia, la menor se dirigió entonces «a un grupo de chicos» entre los que estaba un joven que le gustaba, «para que le facilitaran un teléfono móvil con el que llamar a sus amigas y marcharse a casa, ya que el suyo se había quedado sin batería a lo largo de la tarde/noche en que permanecieron en dicho establecimiento».

El relato que plasma la resolución especifica que al no poder contactar con sus amigas, y pese a que un amigo suyo se ofreció a acompañarla, la menor optó por volver a casa, momento en que se cruzó con el menor ahora absuelto, el chico por el que se sentía atraída y un tercero, estos dos últimos mayores de edad.

Cuarteto

«Se inició entre ellos una conversación en el curso de la cual los chicos le propusieron hacer un ‘cuarteto’ en la playa, desplazándose todos ellos voluntariamente hasta una zona más solitaria donde la menor comenzó a besarse con el chico que le gustaba». Luego se produjeron los actos sexuales.

La resolución añade que tras finalizar, «fue acompañada hasta las proximidades de su domicilio en el ciclomotor que conducía uno de ellos, marchándose a continuación para evitar que le viesen llegar los padres de la menor».

Horas después, la chica acudió acompañada de su madre al Servicio de Urgencias del hospital de la localidad, «estando consciente y orientada». Se le hizo la exploración protocolaria y los facultativos le apreciaron «lesiones leves en la zona lateral del muslo derecho, hematoma en la mama izquierda y erosión en rodilla derecha».

El fallo señala además que los médicos forenses observaron «un estado emocional compatible con estrés postraumático«, por el que la menor »fue convocada a una nueva cita para evaluación y emisión del correspondiente informe», pero al parecer nunca acudió.